El canto
Por: Luz Ramón Bañuelos Zuñiga
Recuerda mi señor
nada te pertenece.
Ni si quiera el amor,
por tu vida perene.
Se tienen amigos
o no se tienen.
Unos con vicios
otros que mueren.
Se tienen amores
pasiones y besos.
Y como siempre.
se acaba sin ellos.
Algunos saben trabajar,
talache, pala o cerebro.
Todo suele terminar
vendiendo la vida por dinero
Algunas cosas duran
otras no tanto.
Pero que no cubra,
tus ojos el llanto
Las cosas se van
así como vienen.
Y siempre te quitan
lo poco que tienes.
Así que sonrie
a la vida del humano,
y no se te olviden,
las penas del canto.