Normal 0 21 false false false ES-MX X-NONE X-NONE
/* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:”Tabla normal”; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-priority:99; mso-style-parent:””; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin-top:0cm; mso-para-margin-right:0cm; mso-para-margin-bottom:10.0pt; mso-para-margin-left:0cm; line-height:115%; mso-pagination:widow-orphan; font-size:11.0pt; font-family:”Calibri”,”sans-serif”; mso-ascii-font-family:Calibri; mso-ascii-theme-font:minor-latin; mso-hansi-font-family:Calibri; mso-hansi-theme-font:minor-latin; mso-fareast-language:EN-US;}
En un sopor de encantamiento que hace flaquear mi voluntad, estoy preso en la cárcel de tus formas porque eres para mi como un mal para el cual jamás encontraré alivio, tu mirar tan subyugante me arrastra como un desatado remolino, llevándome entre sus vaivenes entre los cuales queda presa mi alma, por lo que no tendré ya nunca hallaré la calma porque a mis ruegos de amor, solamente recibo de tu parte crueles desaires. Todo de ti me cautiva empezando por ese hermoso pelo que semeja una hermosa cascada que ha sido iluminada por el Padre Sol que parece grandioso velo de novia, aderezado por grandiosas piedras preciosas que parece una hermosa noche cubierta de brillantes estrellas. Luego esos carnosos labios que provocan las más encendidas pasiones, me llevan como un río de broca creciente por un sinuoso camino trastocando mis nobles acciones. Entre los excelsos acordes de tu musical risa pierdo la noción del tiempo, por ello se enciende la sangre en mis ocultas venas, siento que ese fuego me calcina y solamente puedo apagarlo disfrutando de tu sinuoso cuerpo que de esta forma sólo recíproco amor logra curar esas dolorosas llagas. El cutis de ala de mariposa que yo quisiera tocar pero que tu voluntad me lo impide, besarlo siempre ha sido mi ilusión en esas largas noches que no puedo conciliar el sueño por me la paso en vela siempre pensando en la divina silueta de tu cuerpo, esas extrañas visiones pervierten mis pensamientos a tal grado que el demonio me quiere convertir en su siervo. Por eso siempre viviré cautivo en la hermosura de tus formas, aunque tenga que renegar de las leyes impuestas por la injusta sociedad, que van en contra de los impulsos del corazón y de deseos de la mente o de los sentimientos porque truncan los impetuosos anhelos de llegar a fundirse los cuerpos, debido a que el destino nos lleva por sendas tortuosas y que podrían ser muy diferentes si las personas respondieran a los llamados de los sentimientos y del alma. Desgraciadamente así somos todos los humanos siempre entregamos el corazón a quien no nos corresponde, llevamos muy dentro del alma un secreto que nos lacera eternamente, ya que ese mal de amor que sufrimos, nos hace arrastrar un callado dolor, pero que nunca divulgamos el nombre aunque nos esté quemando por dentro. Espero que disfruten este grandioso poema que nos muestra el encantamiento y los hechizos del amor, lo encontrarán en el libro “Caminos” publicado en 1998. Que se la pasen de lo mejor en esta feria de primavera 2013.
SORTILEGIO
Con un celestial arpegio
envuelto en tu sortilegio
de tus redes soy cautivo,
quebrantas la voluntad,
eres para mí en verdad
incurable mal de vivo.
Ese abismo en tu mirada
como vehemente llamada
me arrastra con sus vaivenes,
en él queda presa mi alma,
trastocándose la calma
por tus malditos desdenes.
En tu pelo cual cascada
por el sol iluminada,
semejando nupcial velo
de rubíes aderezado,
sí, la noche se ha volcado
con tan esplendente cielo.
El embrujo de tu boca,
labio ardiente que provoca
las enfermizas pasiones,
que empujan cual remolino
por azaroso camino,
influenciando mis acciones.
Esa cantarina risa
hace fluir más de prisa
sangre de encendidas venas,
es llama que me calcina,
ese dolor me conmina
a curar tan crueles penas.
Tu cutis de terciopelo
besarlo es ferviente anhelo
en largas noches de insomnio,
tan delirantes visiones,
pervierten mis emociones
hasta tentarme el demonio.
Por ello preso en tus formas,
maldigo del hombre normas
que avasallan los instintos,
truncando ansias impetuosas,
al ir por sendas tortuosas
pudiendo ser tan distintos.
Así cual triste mortal,
consúmeme el mismo mal
que lacera a tantos hombres,
por guardar secreto amor,
viven callado dolor
aunque les quemen…sus nombres.
Jaime García García.